El gobierno venezolano anuncia la restitución del sistema de entrega de medicinas 800SaludYa, pero también exige el Carnet de la Patria para usarlo.
Ayer domingo 8 de octubre se celebró en Venezuela el Día de la Medicina Integral Comunitaria y por lo tanto, el gobierno relanzó el programa de salud 800SaludYa, que le permite a los ciudadanos solicitar los medicamentos que requieren para diversos tratamientos.
El contexto en que esto ocurre es sumamente negativo, dado que, con una inflación que amenaza alcanzar no tres, sino cuatro dígitos y las importaciones en el mínimo, la escasez de medicinas es tremenda. De modo que este servicio no es apenas una necesidad, sino una urgencia.
El mecanismo para activar este servicio es como sigue:
- El paciente llama al 0.800.SaludYa
- Se identifica al paciente con su nombre, número de cédula de identidad y numero de carnet de la patria.
- En un lapso máximo de 72 horas se le indicará al paciente que asista a Barrio Adentro para que un especialista confirme que efectivamente, requiere tal medicamento.
- Si el medicamento no está disponible, la persona entra en una lista de espera hasta que haya inventario.
Sobreviviendo amor, sobreviviendo.
“Me preguntaron como vivía, me preguntaron / Sobreviviendo dije, sobreviviendo” escribió Víctor Heredia, cantor revolucionario argentino.
Mientras se escriben estas líneas, alguien murió o está en grave riesgo en Venezuela debido a la falta de algún medicamento requerido. Si se tiene la suerte de encontrar el medicamento en alguna de las farmacias del país, el precio puede ser exorbitante.

Hace pocos días, una persona querida necesitaba antibióticos. Mediante una red de contactos y la solidaridad de mucha gente que a veces uno ni conoce, se logró dar con las pastillas, que costaron Bs. 200 mil cada caja. Nunca olvidemos que el salario mínimo es de Bs 325 mil. O sea que las dos cajas superan un mes de salario.
Bien, se compraron las cajas, y cuando la pareja de la paciente llevaba el medicamento a casa, fue víctima de un asalto. Le quitaron el teléfono celular y también las preciadas medicinas. Los asaltantes le rociaron gas pimienta en la cara y ahora él también requería atención médica urgente. El ojo estaba sumamente irritado.

Para continuar la pesadilla, los asaltantes comenzaron a usar el número para obtener información acerca de ellos y de sus amigos, para ver a quién podían estafar. Rápidamente, se dirigieron a la operadora para anular la línea, pero Movilnet, telefónica del gobierno, no podía hacer eso, porque no tenían el sistema funcionando.
¿Cuántas veces el Estado, que debería proteger la vida, puso en riesgo a esas personas en menos de 24 horas? El único sitio en el que salieron bien parados fue en el servicio oftalmológico, también de gobierno. Menos mal que, como Víctor, sobreviven.
Un carnet para que la vida valga
“La vida no vale nada / si tengo que posponer / otro minuto de sed / y morirme en una cama”, dijo el cubano Pablo Milanés en sus tiempos de militancia revolucionaria.
La situación descrita es idéntica para la gran mayoría de los 33 millones de habitantes del país, y el tema no es nuevo. Ya durante la campaña para la Asamblea Nacional, en 2014, una de las precandidatas recomendó que sembraran “maticas de acetaminofén”, lo cual suscitó una ola de burlas. Lo claro es que ya en 2014 no había analgésicos disponibles en el país.
En un gesto de atención a esa realidad, el gobierno venezolano puso en funcionamiento el servicio 800SaludYa, aunque tardó bastante. El programa fue inaugurado el 25 de febrero de 2016. En esa etapa aún no habían inventado el Carnet de la Patria.
Ahora el gobierno relanza un sistema que antes de haber llegado a su segundo año de existencia, ya no funcionaba. Nadie explica por qué. Nadie dice cuánta gente dejó de recibir medicamentos en los 592 días transcurridos entre el 25 de febrero de 2016 y el 8 de octubre de 2017.

Pero esta vez, además, se le exige al solicitante del servicio que sea portador del Carnet de la Patria, mecanismo al que se han afiliado cerca de 15 millones de personas. Es decir que 18 millones de habitantes del país no tienen acceso al 0800SaludYa y por consiguiente, no tendrán medicinas, a menos de que sean millonarios.
Este comportamiento es, sin duda alguna, el más sectario de cuantos ha demostrado el gobierno de Maduro que, vale decir, del famoso y tan asumido “legado de Chávez”, es decir la Revolución Bolivariana, no conserva ya ni siquiera las formas. Lo que conserva es la silueta de los ojos del Comandante Chávez, sobre una tarjeta roja.
Sin embargo, la práctica de carnetizar a la gente para obtener servicios la creímos extinguida con la caída del sistema bipartidista en 1998.
La medicina revolucionaria es con o sin carnet
“La medicina escasa / la más insuficiente / es la de remediar la mente” dice el cantautor cubano Silvio Rodríguez, en la canción “Hombre”, dedicada al “Che” Guevara.
El Día de la Medicina Integral Comunitaria se celebra el 8 de octubre. En muchas partes del mundo esa fecha se conoce como “Día del Guerrillero Heroico”, y es precisamente esa la razón por la que se ha escogido tal fecha para reivindicar la medicina integral. Ernesto Guevara era guerrillero, pero también médico.

Tal día como ayer, hace 50 años, el Che Guevara era capturado en la selva boliviana. Hoy 9 de octubre se cumplen 5 décadas de su fusilamiento a manos del soldado Mario Terán, quien actuaba bajo las órdenes de la CIA.
Hace pocos años, el hombre que fusiló al “Che” se estaba quedando ciego, y un programa médico cubano le permitió operarse de manera gratuita, para que pudiera seguir viendo el mundo. Nadie le reclamó haber sido quien mató a Guevara. Nadie le pidió un carnet. Nadie le solicitó credenciales revolucionarias para que mereciese la atención médica.

En Venezuela, un gobierno que se hace llamar revolucionario, exige la tenencia de un carnet (hasta ahora inútil) que identifica políticamente a su poseedor para permitirle el acceso a la salud, derecho consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en Venezuela tienen rango constitucional.
La obligación de portar el Carnet de la Patria para obtener acceso al 0-800-SaludYa es inconstitucional, absolutamente contrarrevolucionaria y francamente, inhumana, pero además, muy vergonzosa.
Con o sin carnet, seguirá muriendo gente
El Cantor del Pueblo, Ali Primera, decía en «Flora y Ceferino» la siguiente frase, que sigue vigente a 50 años del médico revolucionario y guerrillero: «yo pase por la botica / y el boticario no dijo na’ / tan sólo que en su botica / no hay medicina sin llevá real».
Atención al último punto del mecanismo:
- Si el medicamento no está disponible, la persona entra en una lista de espera hasta que haya inventario.
Ahí está el meollo del asunto. Los medicamentos del 800SaludYa serán tan abundantes como los alimentos del Clap, serán tan fáciles de instalar como el Plan Conejo y el mecanismo funcionará con la misma urgencia que los 14 motores económicos.
La verdad, no hay que preocuparse demasiado por el fulano carnet; igual el que se enferme se va a morir, porque las medicinas no están. La atención médica es sólo para quienes la paguen, y los Derechos Humanos son cada vez mas derechos y menos izquierdos.

Pero además, si a alguien se le ocurre denunciar las irregularidades, se le abre una investigación de inmediato. Lennys Medina, denunciante del caso del Hospital Pastor Oropeza, en el que unas señoras estaban en trabajo de parto en la sala de espera, pasó tres días detenida por el Servicio Bolivariano de Inteligencia. En vez de estar presos los que mantienen a los hospitales en tan vergonzoso estado, se apresa a quien hizo la foto.
¡Qué desgracia! ¡Los únicos «revolucionarios» que solicitan identificación para hacer el bien son los que se hacen llamar «hijos de Chávez»! Y encima, tildan de apátrida y traidor a todo el que alce la voz para contradecirlos.
¿Todavía alguien duda de la traición que se ha consumado contra el pueblo venezolano?
Es una de las mayores barbaries cometidas contra el pueblo de Venezuela. Dicen ser defensores del pueblo, de la gente, pero son solo parásitos!